No pasa nada, todo está bien, mientras haya números volando, pasando a un lado de tí y uno como si nada viviendo y viviendo hasta que uno se da cuenta que ya es un anciano y ahora sí se cuentan los días, se cuentan las horas, los minutos, los segundos y hasta las centésimas. El recuerdo vive y se rememora como si hubiera ocurrido en ese instante. Parece que pasan una película de la existencia humana en la pantalla holográfica de la habitación de la meditación catódica (en homenaje al viejo tubo que solían tener los televisores). Pedro era un anciano ya, como se dijo al principio, vió pasar de todo. Lo único de lo que se arrepintió fue no haber golpeado a un gato, si, a un gato negro, que le cambió la vida para siempre. Dejó de oler flores, dejó de amar, dejó de vivir, era un muerto en vida, entregó su alma al diablo empresarial, no dejaba de trabajar. Se le olvidó lo primordial, ya no veía ni lo que era bueno ni lo que era malo, solo hacía lo que tenía que hacer, era un robot automatizado que se drograba para ver números. Los números de su existencia, los números de su actividad, los números de la humanidad presentados ante él, el número de corazones que rompió y el número de lágrimas que nunca derramó, porque era un robot en un cuerpo de carne que tarde o temprano se pudriría en el infierno. Hasta vio los números del purgatorio, hablando de infierno. Sin lugar a dudas siempre se agarraba del número 68, el año anterior al que su humanidad, su conciencia, su libertad, se reprimieron por sí solas, nada de palos. Entró al 68 y vio a su esposa, su hermosura escultural, teniendo en brazos a su hijo muerto, recién "nacido", ella reía como loca, dándole besos nerviosos al niño y arrancándole pedazos de piel... La extrañaba... La deseaba... Odiaba a los niños... Pedro regresó a su ancianidad corporal y mental... Derramó por primera vez una lágrima en mucho tiempo... Sacó el año 68, dos llaves y una cruz invertida, se introdujo en él... Nunca regresó, pero sabemos que pudo haber muerto en el instante que cruzó la barrera del pasado, porque si bien se conoce, el viaje en el tiempo es imposible...
Canción del post
Holding Back the Years - Simply Red