Un poco de estimulación auditiva

domingo, 28 de febrero de 2010

Dream On

Caminando por la acera de una de las avenidas de lujo de Nueva York, volví la mirada hacia un aparador de Dolce & Gabanna y en el cristal se reflejaba un cuento de hadas, multimillonarios comprándoles anillos y relojes de miles de dólares a sus convenencieras esposas que al morir, lo iban a dejar púdriendose, pero iban a pelear como perras rabiosas la herencia. Muchachas que iban a cumplir sus sweet sixteen suicidándose de berrinches extremos, porque su papi no le compró el vestido Dior que quería, si no un Carolina Herrera. Una tipa de 30 años con arrugas hasta en el pecho y cirugias hasta en la uña del dedo gordo del pie izquierdo entrando a una tienda de maquillaje. Salía como princesa... Si alguien la hubiera visto como yo la ví, nadie la habría invitado a salir o a la camita.

Todos esos sueños burdos, que un anillo, que un vestido, que ser eternamente joven... ¿Y? ¿So What? Cómo dicen los gringos. Minutos después de eso me fuí al Bronx, a un juego de los Yankees, como llegué muy temprano, me fuí a tirar el rol por unas calles del famoso barrio. Llegue a una tienda de abarrotes pobrísima y volví mi mente al aparador. Un homeless en la calle pidiendo dinero viviendo en una tienda de camping hecha literalmente de cobijas viejas, eso sí, con un crucifijo colgado del pescuezo. Un joven que se quedó arriba dándose horribles golpes en el tubo de una cerca de alambre gritando ¿QUE HICE? Un pobre tipo afroamericano con el cheque de liquidación en el bolsillo, lo corrieron solo por hacer su trabajo de forma correcta, eso sí, el hijo del dueño y sus amigos ocupaban lugar, por lo que dejaron sin trabajo a gente que lo necesita. 

Me pregunto si el homeless alguna vez fue algún muchacho alegre que tenía una buena vida, o un joven emprendedor que tenía un negocio propio y sus disque socios le hicieron mala leche y lo dejaron en la ruina. Me pregunto si tiene actualmente un sueño o si tuvo muchos. El joven drogadicto, supongo que tuvo una niñez feliz, hasta que sus padres murieron o se divorciaron; eso sí, como cualquier niño tuvo sueños de ser policía o bombero o maestro o abogado. El pobre morenazo, tuvo sueños de ascender en la empresa, antes de que lo corrieran. Sueños que si dejaban algo, que no hacían al alma más vacía, sino que la fortalecían. Un ROLEX puede ser el sueño de alguien por un momento, lo obtiene y a los 2 años lo arrumba y busca otra cosa. Sin embargo, ser alguien en la vida se persigue por mucho tiempo, y a veces el de arriba es tan puto injusto para que ese sueño se trunque sin ningún motivo. Que prueba dura ni que la chingada, a veces esa prueba resulta tan cruel que se olvida del tipo y lo deja ahí. Eso sí, el otro sigue comprando ROLEX a lo bruto. 

Me acerqué corriendo al tipo moreno, le dí mis boletos al juego. Me lo agradeció con un sonrisa, su sueño era estar algún día en los asientos del lujo del Yankee Stadium... Pero con toda su famlia... 


Canción del post
Dream On - Aerosmith

No hay comentarios:

Publicar un comentario