¡TODOS LOS SANTOS INTERCEDAN POR MÍ!... Y eso fue lo último que se oyó en la Iglesia de los Santos Inocentes. El padre Hermenegildo lo gritó antes de que el enorme templo se cayera envuelto en llamas, flamas espontáneas estilo Sodoma y Gomorra... Nadie lo creía. Parece haber muchas razones para que pasara eso y que el padre Hermenegildo lo gritara de una manera tan desgarradora. Como su fiel secretario... Yo sabía que había provocado esto...
Domingo de Resurrección de 1999... La sacra edificación que es la casa de Dios estaba llena a reventar de fieles. Entre ellos se encontraba Marianita, la chica más bonita de toda la ciudad (con fama de mujer fácil, a sus tiernos 17 años) y Ernesto, un chico que siempre andaba en malos pasos. Siempre se sentaban en la banca de a mero enfrente y el padre siempre los veía, nunca pasaba nada... Hasta ese día... El padre salió a dar la misa y a la hora del sermón como siempre vió a estas dos almas perdidas.
De repente se jaló un cordoncito que venía de la pierna derecha e inmediatamente quitó la vista a los dos pecadores. Se me hizo bastante raro. No sabía que el padre tuviera un cilicio, para ser verdad, nunca anduvo en esos extremos de lastimarse para no imaginar cometer un pecado... Acabó la misa y el padre que siempre le daba la mano a casi todos los fieles salió corriendo. Todos nos quedamos con una cara... Decidí dejarlo por la paz y fuí a hablarle a la clásica viuda rica de la ciudad que estaba a punto de dar a conocer su siguiente donativo... Nos hacían bien sus donativos, el padre Hermenegildo me compró un Audi del año...
Al día siguiente, de confesiones, oí gemidos que a primer oído parecían de profunda tristeza y gran dolor. Para mi sorpresa eran Marianita y el padre Hermenegildo saliendo del cubículo al que solo debe entrar el sacerdote. Se lanzaron una miradita... Siempre los fieles le dicían al padre "Rezaré por usted"... Eso dijo Marianita... El padre le contestó como acostumbraba... "Guarda ese rezo para mañana"... Rápidamente me lanzé a la habitación del antes purísimo cura (a la que no había entrado desde hacía años)... Fotos de Marianita por todas partes, cocaína y mariguana... Encima de doña Blanca y la Mota del Campo estaba una nota firmada por Ernesto... "Rezaré por usted"...
Poco a poco el teatrito se le fue cayendo al padre... De ser puro y casto pasó a ser el hombre más odiado de la ciudad... Marianita se embarazó de él y se descubrieron nexos con Ernesto, que era un asociado de un famoso cartel del país... Esos rezos que decían que se guardaran para mañana, se guardaron muchas mañanas pero nunca salieron de la boca a quienes el padre les decía que se lo guardaran. Poco a poco el padre se volvió loco... Gritaba todas las noches TODOS LOS SANTOS INTERCEDAN POR MÍ... Porque nunca rezaron por él... El infierno mismo se le presentó cuando la Iglesia se quemó por obra y gracia del Espíritu Santo... AMÉN...
Canción del post
Save a Prayer - Duran Duran
No hay comentarios:
Publicar un comentario