Pasando por la calle dónde está el hogar dulce hogar, la morada de uno, su cuchitril, su casa me encontré con mi vecino, un nerd reprimido de 50 años que se la pasaba en el sótano de la casa de su madre (gran señora, siempre me regala galletas de avena deliciosas, además ella era mi nana de chico) en una gabardina caqui. Era raro verlo afuera del sótano. Le dí las buenas noches y me encerré en mi lindo techo. Me quité la placa y la pistola , encendí la consola de videojuegos y me puse a jugar FIFA 12. En eso oigo gritos afuera, me asomo... Nada de nada, la calle como siempre, aburrida.
Total, después de eso llegó una linda amiga mía. En 2 horas ya estabamos bien acurrucados en la camita... Rechinido de llantas... Brinco, me vuelvo a asomar por la ventana... De nuevo, no había nada. Mi amiga me dijo que al parecer estaba alucinando. No estaba alucinando, era imposible. Como a eso de las cinco de la mañana se oye la reja de mi vecino el nerd, no le dí importancia, ya era hora de que el cuate saliera de su ostracismo.
Esa noche ocurrió lo mismo de la otra. A mi amiga le tocaba otra revisión del aceite... Gritos, rechinidos de llanta, otra vez gritos y mi vecino llegando a las 5 en punto de la mañana. Esto ya estaba no oliendo, apestando a algo sospechoso. La noche siguiente le dije a mi amiga que no viniera a mi casa. Me vestí enteramente de negro y salí de casa con mi pistola y la placa en el bolsillo, esperando la salida de mi vecino. Acción, empieza a caminar rumbo al Parque Central, lo sé porque va hacia el norte. Lo mantengo en mi vista durante el trayecto... Llegamos al Parque y hay una niña de 12 años sentada en la banca, en eso mi vecino saca un cuchillo escondido en un dulce. Saco mi pistola y le disparo sin dudarlo. La niña grita con el disparo, pero me agradece salvarle la vida. En eso sale un carro rechinando llanta y le disparo también...
Hablo a mis compañeros de la corporación... Dejo a la niña a cargo de algunos de ellos para que cuenten como conoció a mi vecino. Otros inspeccionan el carro, encuentran el cuerpo de un embalsamador, raro... Al llegar a casa de mi vecina me abre mi nana y le muestro la placa, nunca se iba a imaginar que terminé de policía. Le pido permiso para ingresar al sótano. Ahí estaban las computadoras y radios de mi extraño vecino y exprofesor mío de programación. Justo al lado de esas computadoras se hallaban dos cuerpos de niñas entre 11 y 14 años, perfectamente preservados, con un tubo en sus partes, vestidas de muñecas de porcelana... Suena muy enfermo y asqueroso, pero así fue como se descubrió todo... Mi vecino era pedófilo, para variar también necrófilo, vaya combinación mortal.
Al fin y al cabo mi vecino sobrevivió, mi pobre nana murió inmediatamente al ver los cuerpos de las niñas. El cuate fue condenado a pena de muerte... Ya no se oyeron más gritos durante mis actividades de ocio... ¿Mi amiga? Está sentadita en mis piernas...
Canción del post
Murder - Blancmange
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