Un poco de estimulación auditiva

viernes, 1 de octubre de 2010

Octubre

La lluvia de hojas naranja caracteriza a uno de los meses preferidos por la humanidad, octubre. Por todos lados se ve anaranjado y café. Para ser uno un color cálido y el otro un complementario que sale de los cálidos, son colores que me relajan y me anuncian el próximo final de otro ciclo que pasa por lo que llamamos vida, ese ciclo es otro algo llamado año. Desde octubre uno puede iniciar a reflexionar que hizo mal y que hizo bien. El ciclo que está por finalizar marca el final de una época, el final de un estilo de vida. Mientras voy pasando por la Plaza Roja en mi natal Moscú, la capital del ostracismo, muchas hojas han tocado suelo después de viajar un poco desde la Catedral de San Basilio, todas anaranjadas. Recojo una y la guardo en el bolsillo de mi gabardina. Las hojas del otoño de 1991 serán especiales en el futuro. Una ligera brisa rebolotea mi cabeza, un brisa de fin de ciclo. 

El cielo está rojo, rojo intenso. Tan intenso como la bandera que este país ha tenido desde hace más de 50 años. Una bandera que me ha dado escalofríos desde que estaba en la escuela elemental, dónde me intentaron lavar el cerebro y nunca pudieron. Curiosamente, en cuanto pienso eso el rojo desaparece, otra señal de un final anunciado. Recuerdo que en la infancia el Ejército Rojo marchaba por aquí todos los días, octubre era el mes de la sacrosanta revolución. Ahora, no hay ningún soldado, más que aquí cerca en el Kremlin. Octubre era un mes especial para los rusos, pero ahora, que el ciclo terminará, es un mes cualquiera. Me dirijo a un famoso bar de por ahí cerca. En vez de encontrarse el típico bullicio patriotero de siempre, la gente está tranquila, hablando de otras cosas más importantes de ese momento, disfrutando sus cervezas, porque el gobierno ya no estará exhalando encima de su cuello. 

Quisiera saber como es el octubre yanqui... Con su Serie Mundial y su Halloween... Lo bueno es que para experimentar ese otro octubre, faltan unos cuantos días. El imperio rojo por fin morirá y con él su estúpido octubre estatal. Ahora, Rusia tendrá un octubre más humano, más especial, más íntimo, más cálido, con más ojas café y naranja que levantar.

Canción del post
My october symphony - Pet Shop Boys

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