Un poco de estimulación auditiva

viernes, 1 de octubre de 2010

Later Tonight II

Uno puede ser un búho o un canario. ¿A qué se refiere con esto? Uno puede ser el típico que se levanta a las 7 de la mañana y aprovecha todo el día con energía para caer en la cama como religioso, a las 9 de la noche. El otro es el que desvela todas las noches, disfrutando el panorama oscuro, iluminado artificialmente por el alumbrado público. La ciudad de Nueva York es por lo general una ciudad activa a cualquier hora. La disfruto más por la noche. Pero, me levanto todos los días a las 9 de la mañana a regañadientes, entro a mi despacho, escribo unas cuantas notas para la secretaria y me voy a los juicios. Aburridos, pero tengo que salvar pellejos y culos a la vez para que no pongan un pie en el frescobote. Después de estar encerrado respirando un oxígeno más viciado que una fosa séptica, por fin el puto juez da su veredicto, la sala se despresuirsa, dándole paso a oxígeno nuevo y respirable. 

Regreso a la oficina, está la secretaria, la invito a comer y a pasar la tarde en el departamento que tengo en Central Park West. Ella y yo somos unos solterones de 28 años que nos conocemos desde la infancia. Una amistad íntima nos une, pero nunca hemos pensado en noviazgo, no somos el uno para el otro. Nos la pasamos platicando hasta que ella se retira y empieza mi día. Son las 20 horas, el sol está a punto de morir, por fin, mi amada luna sale desnuda a postrarse en las alturas. Me visto con mis mejores ropas, un poco de perfume, listo. Me dirijo al mejor bar de la ciudad, unas dos cervezas mientras está la comedia en la televisión. Unos cuantos cacahuates. Salgo del bar y las luces me acompañan a todos lados hacia el burdel más caro. Me encuentro con mi anfitriona, la hago llorar de un placer nocturno que recordará toda su vida. Hermosa mujer, ricos besos. Como deben de ser, en la noche, con luz tenue, bajo la luna. 

Regreso a mi departamento. Agarro mi silla playera, mi computadora, pongo ambas cosas en el balcón y listo. A admirar la noche, como se mueven los árboles de Central Park, cadenciosos, de manera lenta y sutil. Se puede oir muy joto, pero me encanta sentir la brisa que pega en mi piel, gélida y a la vez suave. Las estrellas brillan de una manera especial hoy, como si me tuvieran preparado un espectáculo solo para mí. Las observo con el telescopio (que siempre dejo afuera), aprovecho que tiene cámara integrada, click, listo, una foto para la eternidad.  Me siento de nuevo, me pongo a pensar que será de mañana, de pasado mañana y de sus respectivas noches, las fiestas místicas nocturnas que pienso hacer, porque soy un búho, de los buenos. Finalmente, me acuesto a las 4 de la mañana, feliz por otra noche placentera... 

Canción del post
Later Tonight - Pet Shop Boys

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