Estaba un día en mi alcoba, exactamente en mi escritorio, creando un nuevo diseño para el monopolio más grande del país. A un lado estaba un periódico diciendo que habían matado a 345 narcos y a 456 militares en un solo día, en una mini guerra en Culiacán, México. México tenía un presidente narco ya, increíble, y todo mundo lo veía como un dios, si, porque les daba droga a todos y todos estaban en las nubes. La crisis mundial estaba peor que nunca y ahora hasta un peso cubano valía más que un dólar. Todos estábamos recibiendo salarios mínimos. Carajo, ya estaba harto de todo eso...
Decidí desenchufarme de la red mundial... Iba a morir, pero me valió, yo quería vivir en el mundo que conocí de muy chico. Y si, arranqué el cable de mi cabeza que iba a la red mundial. Se me abrieron los ojos y la imaginación. Empezé a fantasear con planetas, galaxias, estrellas. Ví mis deportes favoritos desde un ángulo diferente. Estaba en otro mundo, le hablé a mis amigos y no me creían. No había guerra, no había muertos, solo paz y tranquilidad... Me pagaban lo que me merecía, no había fronteras, no había crisis, podia despilfarrar dinero a lo idiota y nadie me decía nada. Había televisión de calidad, que de verdad te hacía pensar, reflexionar y a la vez entretener, nada de mierdas de reality shows como Dancing with the Stars... Mis ideas fluían mejor, podía pensar lo que se me viniera en gana, Jesus no existía, la Iglesia era un opio, los masones eran del demonio, el gobierno mundial no nos puede rastrear porque no tengo el chip...
Podía decir lo que se me diera la gana, que se muera el regente, gritaba a 400 decibelios, atendía mejor a mis hijos y a mi esposa, no estaban encerrados todo el día, pasaron los días y los días, felices, felices, como en los tiempos en que de verdad éramos libres, sin limitaciones... Me dí cuenta que fue un sueño y me había quedado dormido. Pero decidí sacar el enchufe de mi cabeza... A los 5 minutos llegó la policía mundial y agentes del FMI y me torturaron, me obligaron a ponerme el cable de nuevo y todo valió madre...
Decidí desenchufarme de la red mundial... Iba a morir, pero me valió, yo quería vivir en el mundo que conocí de muy chico. Y si, arranqué el cable de mi cabeza que iba a la red mundial. Se me abrieron los ojos y la imaginación. Empezé a fantasear con planetas, galaxias, estrellas. Ví mis deportes favoritos desde un ángulo diferente. Estaba en otro mundo, le hablé a mis amigos y no me creían. No había guerra, no había muertos, solo paz y tranquilidad... Me pagaban lo que me merecía, no había fronteras, no había crisis, podia despilfarrar dinero a lo idiota y nadie me decía nada. Había televisión de calidad, que de verdad te hacía pensar, reflexionar y a la vez entretener, nada de mierdas de reality shows como Dancing with the Stars... Mis ideas fluían mejor, podía pensar lo que se me viniera en gana, Jesus no existía, la Iglesia era un opio, los masones eran del demonio, el gobierno mundial no nos puede rastrear porque no tengo el chip...
Podía decir lo que se me diera la gana, que se muera el regente, gritaba a 400 decibelios, atendía mejor a mis hijos y a mi esposa, no estaban encerrados todo el día, pasaron los días y los días, felices, felices, como en los tiempos en que de verdad éramos libres, sin limitaciones... Me dí cuenta que fue un sueño y me había quedado dormido. Pero decidí sacar el enchufe de mi cabeza... A los 5 minutos llegó la policía mundial y agentes del FMI y me torturaron, me obligaron a ponerme el cable de nuevo y todo valió madre...
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