Un poco de estimulación auditiva

miércoles, 15 de abril de 2009

Down in the park

El parque, el lugar donde surgen los sueños de algún mocoso, donde los tortolitos se dan sus agarrones en un arbusto por ahí, donde los poetas se inspiran debajo de un árbol... En mi caso, yo iba al parque a alucinar, o a delirar, como la quieran ver. Andaba en un carro de guerra por el parque, vigilando que nadie se saliera del huacal, que todos se columpiaban en lo columpios o se resbalaban por la resbalosa resbaladilla. Ven, estoy alucinando, no hago sentido por mis redundancias. En fin, en el carro íbamos Francisco Fernando de Habsburgo y su esposa, Gabrilo Princip y yo... Gracias a mí hicieron las paces y ahora son un grupo de música llamado "La mano negra de los Habsburgo".

Al llegar al sube y baja me bajé del carro y agarró rumbo a Parangaricutirimicuaro, no se por qué razón, por cierto, el carro se manejaba solo. Y cuáles paces, en cuanto me bajé del carro, Gabrilo Princip ya había asesinado de nuevo al buen Pancho y a su concubina, solo que ahora con un cuerno de chivo, se modernizó el tipo. Bueno, siguiendo, enfrente del sube y baja estaban los rucos jugando ajedrez vestidos de caballeros medievales, como si ellos estubieran jugando. Entre los jugadores de ajedréz se encontraban Sirano de Bergerac, el rey Arturo, Lancelot, el Cid Campeador y Ricardo LaVolpe. ¿Qué demonios hacía LaVolpe ahí? Nadie lo sabe, ni lo puedo alucinar.

Por ahí en un hueco donde había mucho pasto estaban Al Capone, Lucky Luciano y Elliot Ness (que ironía eh) tomándose unas Coors y disparándole a los patos de la laguna, donde también estaban amarrados los de la PETA y los de Greenpeace. Hasta que Elliot Ness mandó arrestar a Capone por dispararle a los patos en propiedad privada, en realidad era pública, pero ya ven como los agentes federales inventan cargos. Iba a desamarrar a los de la PETA y los de Greenpeace, pero, nah, nadie da un carajo por ellos, pobres idiotas...

Y claro, no podía faltar quienes estuvieran jugando futbol o beisbol. En una gran extensión de pasto estaban jugando una cascarita de 5 contra 5 de futbol, obviamente dos equipos, uno conformado por Héctor Scarone, Giuseppe Meazza, Leónidas, Luis "Pirata" Fuente y Oldrich Nejedly. En el otro estaban Alfredo Di Stéfano, Pelé, Ferenc Puskas, Just Fontaine y Nils Liedholm. El árbitro era Pierluigi Collina y los balones eran las cabezas de los mercadólogos, (Presidentes de FIFA más recientes) Joao Havelange y Joseph Blatter, que a través de la mercadotecnia transformaron al deporte en el mejor y en el más jugado, pero a la vez uno que ya es más negocio que deporte y donde abunda la corrupción...

En el de beisbol estan todas las leyendas de antes de la época negra de los esteroides. Solo estaba ahí un equipo, practicando, en él se encontraban como managers Connie Mack, Sparky Anderson y Dick Williams. Como jugadores Ty Cobb, Cy Young, Babe Ruth, Lou Gehrig, Yogi Berra, Don Larsen, Reggie Jackson, Nolan Ryan, Fernando Valenzuela, David Concepción, Roberto Clemente, Steve Garvey, Lou Brock, Carlton Fisk, "Goose" Gossage, Thurman Munson, Roger Maris, Mickey Mantle, Ted Williams, Ozzie Smith, Dave Winfield, Juan Marichal, "Catfish" Hunter, Jackie Robinson, Dizzie Dean, Stan Musial, Sandy Koufax, Warren Spahn, Willie Mays, Bob Gibson, Ken Griffey Jr., Bruce Sutter, Cal Ripken Jr., Dennis Eckersley, Roley Fingers, Tony Gwynn entre otras grandes leyendas, medio salón de la fama estaba ahí... Las pelotas eran los testículos de todos aquellos peloteros que se habían inyectado esteroides...

Y por último pasamos al pequeño jardín, donde había plantas carnívoras de todo tipo, hongos alucinógenos (los favoritos de los poetas) y unas zarzamoras con un poco de ácido adentro... De hecho, Goethe estaba sentado a ún lado de los hongos alucinógenos, cortándose las venas...

Esa fue mi aventura en el parque, un lugar de tranquilidad, sueños y alucines... jaja

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